Hace algún tiempo una persona conocida solicitó mi opinión acerca de un tratamiento con implantes que un familiar suyo, residente en la península, quería hacerse en un país extranjero. Al hacerlo me facilitó la documentación recibida por parte de la clínica en la que pensaba hacerse el tratamiento, y de aquella lectura surgen estas reflexiones sobre el turismo sanitario en general y el relativo a los tratamientos con implantes en particular.
